El Congreso mayoritario
En este espacio, revisaré las consecuencias de algunas de las reformas que envió el Ejecutivo federal al Congreso de la Unión. Quienes me conocen entienden las razones que tengo para empezar con la reforma político electoral, de manera concreta con lo que respecta al Poder Legislativo.
Primero analizaré las modificaciones planteadas a la elección de diputaciones y senadurías. En pocas palabras, las consecuencias de esta reforma alterarían la representación política al inflar la bancada afín al actual gobierno y castigaría a los partidos opositores.
La iniciativa de reforma a los artículos 52 y 56 busca reducir el número de diputaciones a 300 y de senadurías a 64, al desaparecer a los 200 electos por representación proporcional en las 5 circunscripciones, así como a los 32 escaños de primera minoría y los 32 restantes de representación proprocional por la lista nacional. Esto mismo se plantea aplicar también en las legislaturas de las 32 entidades federativas.
De aprobar la nueva conformación del legislativo,
aumentarían la sobrerrepresentación en el Congreso